lunes, 27 de abril de 2009

Haciendo el indio


Los pieles rojas no quieren hacer el indio de Fernando Almena era uno de mis libros favoritos de niña, de hecho, lo leímos tantas veces que mi hermana Belén y yo nos lo sabíamos de memoria (literalmente). Trata sobre unos tipos, los pieles rojas, que quieren dominar a los pieles verdes, y para ello comprar un robot, Elec, el protagonista. Este es uno de mis fragmentos favoritos:


CACHIVACHES.- De modo que vuelves del bosque sin haber vencido al leñador. Y lo peor es que ni siquiera lo has buscado.
ELEC.- No tengo motivos para pelear con él. Si mi cerebro no encuentra razones para ejecutar lo mandado no puede realizarla.
MATRACO.- Una máquina tonta. Nos quedaremos sin dominar a los pieles verdes. Por el contrario tendremos que aceptar sus condiciones. ¿Acaso no es razón suficiente?
ELEC.- Ellos no quieren poner condiciones, sólo exigen lo justo.
CACHIVACHES.- ¿Y tú como lo sabes?
MATRACO.- Eso, ¿cómo lo sabes?
ELEC.- Me lo ha dicho mi amigo.
MATRACO.- ¿Qué amigo?
ELEC.- Uno que he encontrado en el bosque. Me ha regalado el hacha.
MATRACO.- (Alarmado) ¿Cómo se llama?
ELEC.- (Con fingida inocencia) ¿El hacha?
CACHIVACHES.- (Desesperado) ¡No!, tu tía.
ELEC.- Yo no tengo ninguna tía.
MATRACO.- Tu amigo, animal
ELEC.- (Sigue el juego) Yo no he conocido a ningún animal.
MATRACO.- (fuera de sí) El que te ha regalado el hacha.
ELEC. - ¡Ah! Bueno, Tronco.
CACHIVACHES.- (Le propina empujones) Ese es el leñador, ¡estúpido, majadero, saco de tornillos...!


¿Tienes hermanos, o amigos a los que les gusta actuar? Buscate un par de personas e intenta representarlo. Primero, bien hecho, como crees que lo harías en una obra de verdad, despues, intenta otros modos, como si estuvieras a punto de llorar, como si te aburriera, contento, enfadado...
Y si quieres saber como termina... ¡continúa en una biblioteca o librería!

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