Los pieles rojas no quieren hacer el indio de Fernando Almena era uno de mis libros favoritos de niña, de hecho, lo leímos tantas veces que mi hermana Belén y yo nos lo sabíamos de memoria (literalmente). Trata sobre unos tipos, los pieles rojas, que quieren dominar a los pieles verdes, y para ello comprar un robot, Elec, el protagonista. Este es uno de mis fragmentos favoritos:
CACHIVACHES.- De modo que vuelves del bosque sin haber vencido al leñador. Y lo peor es que ni siquiera lo has buscado.
ELEC.- No tengo motivos para pelear con él. Si mi cerebro no encuentra razones para ejecutar lo mandado no puede realizarla.
MATRACO.- Una máquina tonta. Nos quedaremos sin dominar a los pieles verdes. Por el contrario tendremos que aceptar sus condiciones. ¿Acaso no es razón suficiente?
ELEC.- Ellos no quieren poner condiciones, sólo exigen lo justo.
CACHIVACHES.- ¿Y tú como lo sabes?
MATRACO.- Eso, ¿cómo lo sabes?
ELEC.- Me lo ha dicho mi amigo.
MATRACO.- ¿Qué amigo?
ELEC.- Uno que he encontrado en el bosque. Me ha regalado el hacha.
MATRACO.- (Alarmado) ¿Cómo se llama?
ELEC.- (Con fingida inocencia) ¿El hacha?
CACHIVACHES.- (Desesperado) ¡No!, tu tía.
ELEC.- Yo no tengo ninguna tía.
MATRACO.- Tu amigo, animal
ELEC.- (Sigue el juego) Yo no he conocido a ningún animal.
MATRACO.- (fuera de sí) El que te ha regalado el hacha.
ELEC. - ¡Ah! Bueno, Tronco.
CACHIVACHES.- (Le propina empujones) Ese es el leñador, ¡estúpido, majadero, saco de tornillos...!
¿Tienes hermanos, o amigos a los que les gusta actuar? Buscate un par de personas e intenta representarlo. Primero, bien hecho, como crees que lo harías en una obra de verdad, despues, intenta otros modos, como si estuvieras a punto de llorar, como si te aburriera, contento, enfadado...
Y si quieres saber como termina... ¡continúa en una biblioteca o librería!